Me viene de perlas que ayer se celebrasen las elecciones norteamericanas con la victoria de un mestizo llamado Barack Hussein Obama (por si existe alguien que todavía no se ha enterado) para hablar sobre el último libro de Dominique Lapierre. Si bien lo de ayer no era premeditado, lo de hoy sí lo es. Qué mejor día para hacer un guiño entre los EEUU y Sudáfrica, dos lugares en los que se practicó una gran discriminación racial.
El libro nos da un repaso en toda regla a la historia de Sudáfrica. Desde que un holandés fue a plantar lechugas para que los marineros pudiesen luchar contra el escorbuto hasta la elección de Nelson Mandela como presidente de la nación. No existen personajes ficticios, digamos que es una lección de historia sobre ese país al sur del globo. Y si bien hay veces que un libro así puede aburrir, éste no es el caso. Sobre todo para descubrir las atrocidades que se han cometido hasta no hace mucho en nombre de un supuesto Dios, o las barbaridades que puede hacer una persona por el diferente color de la piel. Lo que se nos cuenta sobre el apartheid (del que no conocía demasiado antes de leer el libro) es estremecedor, cómo puede un ser humano actuar de semejante manera...
Si queréis conocer algo más sobre una de las grandes vergüenzas del siglo XX en este libro podréis encontrarlo. Desde que he terminado de leerlo siento un mayor respeto por el Señor Nelson Mandela.
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Hace 7 horas
4 comentarios:
que fuerte
Muy interesante.
Habrá que leerlo, sí señor.
Leedlo si podéis que seguro que os gustará.
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