
La trama, como me imagino que prácticamente todos lo sabréis por lo que no lo considero ningún espoiler, se centra en la vida de Benjamin Button, una persona que nació siendo anciana y que poco a poco irá rejuveneciendo, justo al contrario que el resto de los mortales. Un ejercicio muy bonito de fantasía que resulta bastante creíble (hay algún momento que no, pero es perdonable) y que está magistralmente rodado/retocado.
Personalmente me ha gustado bastante y eso que no soy en absoluto fan de las historias fantásticas (El laberinto del Fauno por ejemplo no me gustó), pero esta vez he de admitir el buen trabajo de Fincher. Para los Oscars sigo prefiriendo a Slumdog Millionaire (que le vamos a hacer, me tocó la vena sensible), aunque he de admitir que puede que ésta también se lleve algún premio de los gordos (otros como el de maquillaje deberían de dárselo antes de la propia gala). En fin, una película interesante y que no se llega hacer pesada aunque dure dos horas y media pasadas. Hay que verla sí o sí.