
Se nos cuenta la vida de una familia bastante disfuncional, con unos hermanos que no se hablan mucho entre sí, que se ocultan unos cuantos secretos y que no tienen el valor de decirse la verdad unos a otros. Con unos mimbres tan sencillos, podemos pasar 135 minutos de un cine muy intenso y entretenido, aun no siendo precisamente divertido.
Indagaré más en la filmografía de este director; seguro que se encuentra alguna que otra perla cuya visión será más que recomendable.