
Ahora que se estrena Wall·E, todo el mundo la alaba y la pone por las nubes (todavía no la he visto), rescato la película estrenada el año pasado, esa maravilla llamada Ratatouille. Uno de los grandes logros de Pixar es saber unir un cine de animación que está pensado para niños con otro pensado para adultos y fundirlo de modo que el resultado sea muy entretenido. Aunque Dreamworks logró algo grande con Shrek hoy por hoy, Pixar es insuperable. Basta ver cómo está recreado París, sensacional, para darnos cuenta de ello. El director de Los Increibles o El gigante de hierro, Brad Bird, logra en una película diferente a las anteriores algo que nos haga estar sentado dos horas delante del cine y disfrutar con ello (cosa que no es nada fácil de hacer con niños de cinco o seis años).
Argumentalmente la película nos pone en el papel de Remy, una rata que quiere convertirse en chef
, y no uno cualquiera sino el mejor de París. De algo tan sencillamente absurdo a priori, se consigue una película fabulosa, de las mejores del año pasado. Para finalizar un apunte algo personal Creo identificar en el film un mensaje crítico sobre la cocina de autor o elitista y se nos transmite la idea que lo principal es comer bien y saludable.