
La trama se centra en la historia de Mikael Blomkist, un periodista que se ve acusado de un delito de difamación y que se ve obligado a descubrir un antiguo misterio de una familia poderosa mientras se encuentra sin trabajo. Poco se iba a imaginar él dónde se iba a meter...
Literariamente hablando es cierto que no es ninguna maravilla ni que es un libro que redescubra el gusto por la lectura a alguien que lo haya perdido, pero de vez en cuando vienen bien leer algunos libro que simplemente te atrapen y que se disfruten sin pedir nada más a cambio. Por de pronto, no tardaré en hacerme con el segundo libro (de un título larguísimo que solo sé la palabra cerilla) de la trilogía. Espero que me haga pasar tan buen rato como lo ha hecho éste.