No lo leáis si no queréis que os lo destripen...Después de un episodio tan movido como fue el de Lost, éste de Battlestar Galactica me ha dejado bastante frío. Con un transfondo teológico-místico que ya surgió en capítulos anteriores, muy acrecentado esta vez, se me ha hecho bastante pesado, puede que sea que estaba yo mismo algo espeso... ¡Cualquiera sabe! La verdad es que no he disfrutado tanto como con los de inicio de temporada.
El episodio se centra en las dudas de Tyrol y Tigh, por un lado, y en la supuesta "divinidad" de Baltar por otro. Que los dos primeros se encuentren dubitativos no es nada extraño: los dos han perdido a sus respectivas mujeres, ahora saben que son cylons, pero no se atreven o no saben como afrontarlo. Ahí tienen a Tory para que les ayude, ya que parece que es la que mejor lleva su nueva situación. Lo de Baltar, en cambio, no lo acabo de entender del todo. Parece que su camino de ser líder político cambia para ser un profeta, Dios o líder religioso. Esta parte me parece que ha sido un tostón en toda regla, aunque son cosas como esta las que hacen que Battlestar Galactica pase a ser mucho más que una serie de ciencia ficción. A ver que nos depara el siguiente capítulo.
